1. Tritura todos los ingredientes en un vaso batidor o con una batidora eléctrica. Tritura hasta conseguir una masa homogénea y lisa.

2. Deja reposar la masa 1 hora en la nevera.

3. Pinta una sartén con un poquito de mantequilla y deja que se funda. Añade cuando esté caliente un poco de masa con un cucharón y dejala cuajar, por un lado.

4. Con la ayuda de una espátula, girar la masa y dejar que vuelva a cuajar por otro lado.

5. Repite la operación hasta terminar con toda la masa.